“¿En verdad no tienen nada?”
Herlinda Dabbah M.

Pacientes que no tienen nada de Alberto Lifshitz y publicado por Palabras y Plumas Editores. Aunque el título del libro pudiera sugerir que trata algo inútil o trivial, si se toma con seriedad, revela una carga dramática profunda.  Nos sumerge en un mundo desconocido pero real, donde el sufrimiento se oculta tras la aparente ausencia de evidencias. El libro pone de manifiesto la compleja situación de aquellos pacientes cuyas quejas son desdeñadas o ridiculizadas, dejándolos atrapados en un círculo de desesperación. Estos sujetos, a menudo etiquetados como hipocondríacos o manipuladores, llevan consigo una carga a lo mejor invisible pero inmensa. La obra invita a admitir que el sufrimiento no siempre es reconocible a simple vista y que, aunque algunos de estos pacientes puedan ser efectivamente hipocondriacos o simuladores, esto no disminuye ni invalida su aflicción.

Escrito con un lenguaje claro, ameno y así como con humor, pero sin restarle la seriedad que merece el tema, Lifshitz trata diversos tópicos que invitan a reflexionar. El libro está estructurado en cuatro partes y 46 breves capítulos. Entre ellos se encuentran la medicalización de la vida, la objetividad y subjetividad en el diagnóstico, la dimensión psicológica y social del sufrimiento, y la distinción entre enfermedad y “no-enfermedad”. Cada capítulo abre con un epígrafe que sirve como aperitivo para degustar lo que a continuación vendrá.  Desde su primer capítulo, el autor señala lo que será la tesis central del libro: “la recomendación principal es la de dar crédito a los pacientes” [tengan una enfermedad visible o no].

A lo largo del texto el autor va analizando cada uno de los elementos vinculados con el problema que trata. Acerca de las enfermedades socialmente fabricadas señala: “Se trata, pues, de enfermedades patrocinadas por las empresas que venden los medicamentos para atenderlas. La publicidad trata de convencer a personas sanas de que están enfermas, y a algunas levemente enfermas de que están muy enfermas, lo que ha constituido un gran negocio” (p. 64). Todo esto, explica Lifshitz, ha llevado a una obsesión por la salud y a un miedo excesivo ante supuestos peligros, muchos de los cuales son infundados. Distingue entre enfermedad y padecimiento y aclara que el diagnóstico nosológico ayuda a clasificar el caso, pero es el paciente quien realmente sabe lo que siente y vive. Por ello explica, es fundamental mantener un pacto de confianza en la relación médico-paciente para garantizar una atención médica efectiva. Considera y sostiene que el  aspecto subjetivo de la enfermedad, incluido el sufrimiento y el impacto en la vida diaria, no debería ser ignorado por los médicos. En cambio, propone que reconozcan y aborden adecuadamente la subjetividad en torno al padecimiento. Otro aspecto que trata es la situación en la que el paciente acude al médico con grandes expectativas, y destaca la importancia de abordarlas con respeto.

Considera, además, el paradigma biológico en la comprensión de la salud como determinante tradicional para establecer diagnósticos. Recorre el concepto de hipocondría y sus implicaciones, incluyendo referencias paradigmáticas con ejemplos de la literatura como Molière y El enfermo imaginario. Además, en el libro  se trata el fenómeno de la cibercondría (hipocondría digital referida a la información que aparece en redes digitales) y otros trastornos con síntomas somáticos.

El autor menciona la sobrepercepción de los síntomas, así como la negación, el temor a las restricciones (por ejemplo, que el médico le prohiba al paciente beber o fumar), y la culpa asociada con la enfermedad.  Se examinan conceptos como la iatrofobia y la nosofobia, que reflejan el miedo hacia los médicos y las enfermedades. Dedica un capítulo a las enfermedades elusivas, como aquellas de baja frecuencia, las enfermedades atípicas, las enfermedades invisibles, las enfermedades subclínicas y las complicaciones y confusiones derivadas de la comorbilidad.

En cuanto al ámbito médico, se refiere a las fallas en los procedimientos clínicos, la soberbia y menosprecio de algunos profesionales, los errores propedéuticos y los defectos en el razonamiento clínico. Además, analiza la influencia de la especialización médica y la multiplicidad de opiniones que pueden confundir más que orientar.

Imagen. Portada Pacientes que no tienen nada

En resumen, Pacientes que no tienen nada es un libro que muestra una lúcida comprensión del sufrimiento experimentado por estos pacientes invisibles. Con una mezcla única de empatía, sensibilidad y humor, el autor nos brinda una mirada profunda y humana a un problema complejo pero real. El libro resalta la importancia de saber escuchar y entender al paciente, de considerarlo, de tomarlo en cuenta y afirmar que sus experiencias de sufrimiento son válidas. 

Además de ofrecer una visión comprensiva para los pacientes, explora la  posibilidad de encontrar soluciones y alivio en la consulta médica. Esto lo convierte en una lectura relevante y de interés general, ya que da una luz de esperanza en medio de la incertidumbre, proporcionando consuelo y aliento a aquellos que se sienten perdidos en su malestar.

Lectura apropiada para quienes deseen comprender la complejidad de la experiencia humana frente a la enfermedad y encontrar esperanza ante sus padecimientos.

Sugerencia de citación:

Dabbah, H. (2024, marzo).“¿En verdad no tienen nada?” Medicina y Cultura, 2(1), mc24a-11.

https://doi.org/10.22201/fm.medicinaycultura.2024.2.1.11

 

 

Herlinda Dabbah Mustri

Cursó la licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas en la UNAM, de la misma institución obtuvo la Maestría en Literatura Comparada y el Doctorado en Literatura Mexicana. Se ha desempeñado como catedrática en la Universidad de las Américas, el Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México y Campus Ciudad de México. Es profesora de la carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ha publicado diversos artículos en periódicos y revistas nacionales e internacionales. Escribió: Autores judeo-conversos en la ciudad de México; dos capítulos de Los judíos de Alepo en México, un capítulo de los libros Tejidos culturales. Las mujeres judías en México y Tejedoras de cultura. Las mujeres judías en México. También participó con un capítulo en el libro Educación médica. Teoría y práctica. Es fundadora (2008) y directora de Palabras y Plumas Editores.

Lecturas recomendadas

Lifshitz A. (2024). Pacientes que no tienen nada. Palabras y Plumas.

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